domingo, 6 de noviembre de 2016

Expandiendo el universo con la misma formula: "Doctor Strange"


El universo cinematográfico de Marvel es parte de una industria cultural que lleva en masa  al público a los cines, presentando un producto apto para todos, sin tramas complicadas, con acción espectacular y los clichés del mundo de los súper héroes. Sin duda alguna, las obras de Marvel han tenido éxito y han hecho un gran trabajo transformando sus películas en referentes de la cultura Pop. Para ser justos, este año 2016, Marvel ha tratado de variar en sus temáticas, haciendo una guerra civil entre súper héroes con un contenido ético por detrás en "Civil War (2016) y expandiendo el espacio territorial con "Doctor Strange".  Esta última nos hizo la promesa de expandir el universo del género, es decir, entregar algo más de lo habitual de lo que nos habían mostrado en las pasadas películas de Marvel y salir de la rutina de estos monótonos filmes, pero la verdad es que en parte fueron muy innovadores pero desde la mirada narrativa hicieron lo mismo de siempre.
Se nos cuenta la siguiente historia; La vida del Dr. Stephen Strange cambia para siempre tras un accidente automovilístico que le deja muy malheridas sus manos. Cuando la medicina tradicional falla, se ve obligado a buscar esperanza y una cura en un lugar impensable: una comunidad aislada en Nepal llamada Kamar-Taj. Rápidamente descubre que éste no es sólo un centro de recuperación, sino también la primera línea de una batalla en contra de fuerzas oscuras y ocultas empeñadas en destruir nuestra realidad. En poco tiempo, Strange, armado con sus poderes mágicos recientemente adquiridos, se ve obligado a elegir entre volver a su antigua vida de riqueza y prestigio o dejarlo todo, para defender el mundo como el mago más poderoso del planeta.
Lo innovador y refrescante de "Doctor Strange" es digital y técnico, su propuesta estética nos traslada a lo sicodelico y delirante, como si estuviéramos metidos en un cuadro de Dalí. Nos muestran otros mundos y dimensiones, fuera de nuestro entendimiento científico y el espectador es parte del curioso viaje espiritual de Sthephen Strange.  Efectos digitales soberbios que funcionan aún mejor con el 3D. Las ciudades se doblan, nada tiene sentido, es un espectáculo freak que se disfruta y que entretiene. Ver esta película es una experiencia única y que se goza porque el universo psicodélico que nos transmiten es algo glorioso, gigantesco,  con planetas que son glóbulos y galaxias que son amebas. He ahí la columna vertebral de esta aventura, desde ese sentido se vio algo nuevo, algo que nunca habíamos visto en películas de superhéroes, porque esta vez, la historia no se iba a desarrollar en nuestro mundo terrenal, físico y científico o en Asgard, el hogar de Thor, si no que somos testigos de otros submundos paralelos, donde el tiempo y el espacio se definen como variables independientes, una realidad ajena y distinta a  lo que habíamos visto en las incontables películas de héroes.
Estamos siendo testigos de una película que vale la pena ser vista y pagar una entrada para una función en tercera dimensión, sin embargo, este merecimiento se produce casi plenamente por sus efectos digitales e innovadoras escenas de acción porque la historia misma se reproduce con la misma fórmula que hemos visto en casi todas las películas de orígenes de superhéroes.

Como se mencionó anteriormente, la narración de esta historia recae en lo mismo de siempre. La fórmula del hombre engreído que gracias a algún evento desafortunado termina con poderes y/o con algunas razones para ser superhéroe para que al final logre superarse a sí mismo y  dejar de lado su egoísmo para vencer al villano de turno, lo vimos anteriormente con mejor narración en “Batman Inicia” (2005) o “Iron Man” (2008), también fuimos testigos de esto mismo con la decepcionante y olvidable “Green Lantern” (2011) e incluso existe la sátira de este repetitivo cliché en  la divertidísima “Deadpool” (2016) .

Sin embargo, hay que hacerle justicia a esta psicodélica película, porque a pesar que el 90%  de su calidad  es gracias a sus efectos especiales, el otro 10% se traduce en sus personajes y el respectivo elenco. Benedict Cumberbatch, interpreta al protagonista de este largometraje y cumple, no se esperaba menos de este carismático actor, Tilda Swinton interpreta a la mentora de nuestro protagonista y realiza un gran trabajo, una muy grata sorpresa. En cambio, Benedict Wong solo está ahí para agregarle comedia a esta película, como es habitual en las películas de Marvel porque las risas no pueden faltar, pero en esta oportunidad no se abusa de este recurso como en “Avenger: Age of Ultron” (2015) y está en su punto justo. Rachel McAdams interpreta el interés al amoroso del protagonista y no es ningún aporte innovador  ni refrescaste en la historia, tan solo está, porque todo héroe tiene que tener su mujer. Mads Mikkelsen como villano no se luce, pero tampoco defrauda, está OK.
En resumen,  "Doctor Strange" tiene sus méritos y se transforma en la película de Marvel  más atrevida visualmente y con una arquitectura más trabajada pero quitándole sus impresionante efectos digitales no es más que la misma entretenida y cansadora película de superhéroe que nos van presentando año tras año.










Ficha técnica:
Director: Scott Derrickson
Reparto: Benedict Cumberbatch, Tilda Swinton, Mads Mikkelsen, Chiwetel Ejiofor, Rachel McAdams
Año: 2016
País: EEUU














Trailer "Doctor Strange":

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